¿Te ha pasado?
Sales de una relación que no funcionó, prometes que la siguiente será distinta… y de pronto te ves viviendo la misma historia, con diferente nombre y cara.
La pregunta aparece: “¿Por qué siempre me toca lo mismo?”
El origen del patrón
No se trata de mala suerte ni de que “solo haya personas así”. Muchas veces repetimos patrones porque nuestra mente busca lo conocido, aunque duela.
• Si creciste en un ambiente donde el cariño estaba condicionado, es probable que busques parejas que te hagan sentir que tienes que ganarte su amor.
• Si aprendiste que poner límites era peligroso, puedes terminar con alguien que no los respeta.
• Si la soledad te asusta, es más fácil aceptar una relación que no te hace bien, antes que quedarte sola.
Tu cuerpo y tu mente reconocen lo familiar, y aunque no sea lo mejor para ti, se siente seguro porque es lo que conoces.
El círculo de repetición
Imagina un bucle:
1. Conozco a alguien.
2. Identifico (inconscientemente) rasgos familiares.
3. Me engancho porque mi mente dice: “esto lo entiendo”.
4. Repite la misma dinámica de sufrimiento.
Y vuelta a empezar.
Cómo romper el ciclo
Salir de ese patrón requiere valentía y conciencia. Aquí algunas claves:
• Darte cuenta del patrón: observar qué se repite en tus relaciones pasadas.
• Explorar tus valores: preguntarte qué quieres en una relación, más allá de no querer “lo mismo de siempre”.
• Practicar respuestas nuevas: por ejemplo, animarte a poner límites aunque incomode.
• Buscar acompañamiento terapéutico: romper círculos no es fácil sola, y tener un espacio seguro puede marcar la diferencia.
Romper un patrón no es solo esperar a alguien diferente… es atreverte a ser diferente tú dentro de la relación. Ahí empieza la verdadera transformación.